Ocarinas artesanías para la música gallega y irlandesa
ARTESANO
Shun Yonemura
Nacida en Kanagawa en 1989 y criada en Tokio. Durante su infancia asistió a clases de violín, y en su adolescencia temprana comenzó a tocar la armónica y el tin whistle. Fue tanbién en esa época cuando conocío la ocarina, aunque en aquel momento no despertó su interés.
En 2006, vi una película de animación dirigida por Goro Miyazaki en el cine y descubrí la música compuesta por Tamiya Terashima e interpretada por Carlos Núñez. No podía creer que sus dulces sonidos provenieran de una ocarina hasta que vi el documental de la grabación. Era completamente diferente a cualquier otra ocarina que hubiera escuchado en Japón.
En 2010, viajé a Galicia por primera vez para encontrar la ocarina que tocaba Carlos Núñez. Finalmente, en 2014, conocí a Manuel Barreiro "Paparolo", su creador, en Santiago de Compostela. En 2016, me mudé a Lugo para cursar un posgrado. Paparolo me enseñó mucho sobre la ocarina, la música y la cultura gallegas, y muchos músicos y personas de allí también fueron excelentes maestros para mí.
Regresé a Tokio a finales de 2019 y comencé a trabajar en cerámica en 2020. Trabajé en un fabricante de flautas de concierto occidentales de 2021 a 2023 y, en 2024, comencé a producir mi propia ocarina.
A TODOS LOS MÚSICOS DE VIENTO
No solo toco la ocarina; también tengo experiencia con diversos instrumentos de viento, como la gaita galega, la requinta, la flauta dulce, la armónica, el tin whistle, el low whistle, la flauta irlandesa y más. Admiro profundamente la maestría musical y técnica de quienes tocan estos instrumentos. Creo sinceramente que los artistas con estas habilidades pueden aportar nueva inspiración e innovación a la interpretación de la ocarina.
Mi objetivo es crear ocarinas que sean mucho más que juguetes o algo que encontrarías en un videojuego; son instrumentos musicales serios, diseñados para satisfacer los estándares incluso de los músicos más exigentes. Sería un verdadero honor para estos músicos probarlas y descubrir su potencial.